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Integral

La zona de la huerta valenciana se ha convertido en un pequeño paraíso para comprar e invertir debido a su riqueza arquitectónica tradicional, a su tranquilidad, a su proximidad a una gran ciudad, pero sobre todo al hecho de vivir en un espacio natural protegido y sin contaminación.La protección proporcionada por la Ley de la Huerta de Valencia, tanto en l’Horta Sud como l’Horta Nord, ha conseguido que las construcciones y terrenos destinados a la agricultura tengan un reconocimiento especial para su preservación, conservación y perpetuidad, con regulaciones novedosas que la dotan de una desarrollo próspero y dinámico. La ruralización es un proceso normal en los tiempos que corren dada la saturación de las ciudades. La búsqueda de un espacio de tranquilidad, alejado del ruido, de los atascos y del estrés, en poblaciones periféricas cercanas, con línea de metro, pequeño comercio y escuelas, está cambiando la forma de pensar de las personas cada día más concienciadas con la calidad de sus vidas a largo plazo. La situación medioambiental actual nos lleva a un mundo que debe cambiar drásticamente, a un mundo en el que el transporte público sostenible, las bicicletas y la peatonalización se hacen necesarias, por ese motivo, poblaciones tan cercanas a la ciudad de Valencia, con línea de metro y carril bici, las convierten en el destino ideal para vivir.